Una lucha internacional puede acabar con la dictadura
de los mercados
Declaración conjunta de las secciones del CIT en Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y España
Los mercados y los gobiernos capitalistas que les sirven nos tienen
reservada más miseria para el año 2012. Esto significará una
profundización tanto de la crisis económica como de la guerra que se
está peleando contra la vida y el futuro de los trabajadores. Además de
todo esto, habrá un intento de imponer un nuevo tratado de austeridad o
“Convenio Fiscal”, que recientemente aprobaron los líderes europeos.
Nosotros, las secciones del Comité por una Internacional de los
Trabajadores (CIT) en Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y el estado
español, apoyadas por las otras secciones europeas del CIT, incluyendo a
Francia y Alemania, desean hacer la siguiente declaración en respuesta a
la guerra de clase declarada contra la clase trabajadora y la juventud
de nuestros países, al chantaje de los mercados y la Unión Europea, y al
mantra de que no se puede considerar otra vía alternativa que la cobarde
capitulación a los mercados y a los titulares de bonos.
En Europa, el epicentro actual de la crisis económica, los trabajadores
y los jóvenes han sido golpeados por una ola tras otra de crisis y de
empeoramiento de sus perspectivas. En la “periferia” de la eurozona en
particular – Grecia, Portugal, España, Italia e Irlanda – el panorama
dominante es el de desempleo masivo, especialmente entre los jóvenes,
una recesión prolongada y un creciente empobrecimiento.
Las políticas de recortes, nacidas del propósito de hacer pagar a los
trabajadores por la crisis, solamente sirven para deprimir aún más la
economía.
Los nuevos gobiernos pro-mercado, como el del Partido Popular en España
y los llamados gobiernos “tecnócratas” impuestos por los especuladores a
los pueblos italiano y griego, han fracasado espectacularmente, como se
esperaba, en invertir estas tendencias.
Nosotros vemos la inevitabilidad de un proceso de contagio, con un
congelamiento en curso de Italia y España por parte de los mercados de
deuda. Esto se ve acompañado además por una extensión de la crisis de
deuda que está contagiando a países ‘centrales’, que incluyen la pérdida
de Francia de la “Triple A” junto con Austria, cuyas suertes se
encuentran vinculadas a la devastadora crisis financiera en países de
Europa del Este como Hungría y Rumanía. Todo esto apunta a la
posibilidad de una tormenta financiera de tales proporciones que el euro
no pueda superar.
¿Expulsiones del euro?
Nos enfrentamos al retorno de una agenda de corte abiertamente colonial
por parte de los poderes imperialistas europeos más fuertes, y en
particular del capitalismo alemán, con la hasta ahora obediente y servil
colaboración de las clases dirigentes de los países económicamente más
débiles. Un ejemplo es la abusiva propuesta del gobierno alemán de
eliminar los controles presupuestarios griegos para instalar en su lugar
un comisario especial de la Unión Europea que supervise las políticas
económicas griegas.
Una de las características de la etapa actual de la crisis es la
voluntad de los ‘señores’ del sistema de obviar las llamadas “normas”
democráticas, dando a la dictadura de los bancos y las multinacionales
una forma mucho más patente. Los políticos y los gobiernos que defienden
el podrido sistema capitalista, se limitan al papel de marionetas que
implementan los dictados de los mercados y la “Troika” (Unión Europea,
Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo).
El nuevo tratado intergubernamental aprobado en la última cumbre
europea, que consagra aún más, en términos legales, la dominación de las
políticas de “ajuste”, subraya también esto. Los intentos desesperados
de los líderes capitalistas, especialmente en Irlanda, de evitar un
referéndum sobre este tema es una expresión más de este enfoque
antidemocrático que impone la voluntad del capitalismo internacional.
Sin embargo, en otros casos, como en Grecia bajo el gobierno de
Papandreu el pasado otoño, hemos visto cómo los gobiernos capitalistas
intentan usar los referéndums para construir una campaña de chantaje y
miedo alrededor de la ‘catastrófica emergencia’ de una caída económica
como consecuencia de un voto negativo.
En último término, solamente podemos confiar en la movilización del
poder de los trabajadores y los jóvenes, armados con una alternativa a
los planes catastróficos de los capitalistas. Sin embargo, apoyamos
completamente el derecho de los pueblos a rechazar a través de
referéndums completamente democráticos el pago de la deuda, los recortes
sociales, etc. Nos unimos a los millones de trabajadores que demandarán
que se oiga su voz acerca de este acuerdo de “ajustes” a través de
referéndums, en los que defenderemos un voto NO claro y sin ambigüedades.
Hay que luchar contra las campañas de miedo y los chantajes
2011 vio la intervención masiva de los trabajadores en escena en una
serie de países europeos. Grecia vio siete huelgas generales (incluyendo
dos de 48 horas) en 2011, además de otras siete en 2010, mientras que
2012 ha empezado con otra huelga general el 7 de febrero, anunciada
rápidamente mientras que los partidos en el gobierno discutían nuevas y
brutales medidas. Esto muestra la profundidad de la rabia y la
determinación para resistir de los trabajadores griegos al enfrentarse
con una situación desesperada. Portugal vio una huelga general en
noviembre, e Italia ha visto una ola tras otra de huelgas y protestas.
Portugal, junto con España, vio la explosión del movimiento de los
“Indignados”, que articularon su rabia contra la dictadura de los
banqueros. La llegada de las masas a las calles de Bucarest y otras
ciudades derribó el gobierno rumano esta semana.
La respuesta del poder establecido, junto con una creciente represión de
estado, ha sido una campaña para infundir terror y de chantajes, en la
cual la perspectiva para salir del euro y de la Unión Europea es
suspendida sobre la clase trabajadora como una guillotina, capitalizando
los miedos legítimos de los trabajadores. Permaneciendo dentro de los
límites del capitalismo, la salida de un número de países del euro
provocaría, de hecho, un periodo de crisis económica más profunda para
toda la eurozona, con un aumento del desempleo y la pobreza que
afectaría a millones de trabajadores, sobre todo en los países
“periféricos” – Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia.
Por lo tanto, los movimientos sociales y de la clase trabajadora, con la
ayuda de los partidos de izquierda de masas, donde existan, tienen el
deber de desarrollar un programa para superar esta crisis que desafíe y
vaya más allá del marco de la lógica de la eurozona y del actual sistema
de mercado.
Esto debe empezar con un rechazo sin ambigüedades del pago de la deuda
nacional a los buitres del mercado y los estados, al igual que a las
instituciones europeas como el BCE. Estas grandes deudas, acumuladas en
base a una especulación capitalista, desgobierno criminal y amiguismo de
los sucesivos gobiernos neo-liberales, incluyendo a los previamente
formados por los mal llamados partidos “socialistas” en España, Grecia,
Portugal y otros países, y multiplicada por los rescates a los
banqueros, contra los que hay una gran oposición pública, no son nuestra
responsabilidad.
Mientras que las inversiones genuinas de los trabajadores, como sus
fondos de pensiones, deben ser protegidas, la extracción de recursos de
la sociedad para pagar esta carga criminal debe ser opuesta de forma
resuelta. Fuera de la lógica enferma de las élites gobernantes que
implementan los dictados de la Troika, estos recursos podrían ponerse a
trabajar para la creación de millones de puestos de trabajo, el
establecimiento de beneficios sociales dignos, educación y salud
gratuitas, y organizar la actividad económica productiva a través de
grandes programas de inversiones públicas.
Sobre la base de una banca y un sector financiero nacionalizados, al
igual que los recursos y los sectores clave de la economía bajo el
control y la gestión democrática de los trabajadores, se podrá
desarrollar un plan de emergencia para invertir en la creación masiva de
puestos de trabajo y la restauración de los niveles de vida. Podríamos
ver entonces políticas genuinamente socialistas en funcionamiento que
podrían empezar a superar los problemas fundamentales impuestos a los
trabajadores y los parados.
Nos dicen que medidas como éstas llevarían a los países a ser expulsados
de la eurozona. Sin embargo, bajo la actual ofensiva de recortes y el
callejón sin salida hacia el que los poderes están conduciendo a las
economías más débiles, este resultado (suspensión de pagos y expulsión
del euro) aparece de todas formas como algo seguro. Cierto, en base a
una continuación en el capitalismo y la permanencia fuera del euro, la
pesadilla para la clase trabajadora continuaría o incluso empeoraría, ya
que la devaluación reduciría drásticamente los niveles de vida y los
ahorros bajo el ataque del capitalismo griego, a pesar de la supuesta
“independencia” de la UE. ¡Pero la manera de evitar el desastre
económico para los trabajadores es no aceptar ningún ataque más a sus
derechos y condiciones solo para ser pateados fuera de la eurozona un
poquito después! Desde el punto de vista de los capitalistas la
alternativa a la que parece que nos enfrentamos es: a) permanecer en la
eurozona, aceptando una completa demolición del estado del bienestar o
b) dejar el euro y enfrentarse al aislamiento económico, un declive
severo de la economía y pobreza sin precedentes.
Los trabajadores de Europa, sin embargo, tienen una tercera opción: esta
comienza con organizarse para defender sus condiciones de vida y los
derechos de los trabajadores y romper con el sistema capitalista. Esto
necesitará extenderse a luchas unidas internacionalmente de la clase
trabajadora, especialmente en los países más afectados por la crisis. La
unidad en la lucha de los trabajadores de Grecia, Portugal, Irlanda,
Italia y España para tumbar los podridos acuerdos de “rescate” y los
recortes son un paso clave hacia la construcción de esta alternativa.
Nosotros, por supuesto, no compartimos la estrecha visión nacionalista
de aquellos que defienden el abandono del euro como una solución en sí
misma. Las tensiones nacionales que han estado escalando en el curso de
la crisis, particularmente expuestas en la andanada de propaganda
anti-griega escupida por los representantes del capitalismo en Alemania,
Francia, Austria y otros países, hace crecer el peligro de sentimientos
divisivos y nacionalistas. Estos sentimientos pueden ser utilizados por
siniestras fuerzas de extrema derecha y populistas que, dado el vacío de
representación en la izquierda de la clase trabajadora, pueden llegar a
tener avances peligrosos como los que hemos visto en Hungría, Austria y
otros países.
Por supuesto, nunca tendremos esperanzas en que gobiernos nacionales al
servicio de las élites gobernantes lleguen jamás a acordar, y mucho
menos implementar, las políticas que defendemos. Esta salida solamente
se puede lograr en base a una lucha y perspectiva anti-capitalistas e
internacionalistas.
Haciendo frente inicialmente a una expulsión del euro, un gobierno de
los trabajadores podría implementar un programa de emergencia que
incluya el control estatal sobre las importaciones y las exportaciones y
la imposición de controles de capital para evitar una “lucha del
capital” por parte de latifundistas y multinacionales hambrientos de
beneficiosos, bajo el control democrático de representantes electos.
Esta posición tendría que ser imitada y tendría que lucharse por ella en
todo el conteniente.
En base a esto, se podría avanzar hacia la integración genuina de la
economía y la sociedad europeas, sobre la que ha actuado como una
barrera las políticas de los gobiernos de la patronal y el propio
sistema capitalista.
Basándonos en una llamada a los aliados de la clase trabajadora en
Portugal, España, Irlanda, Grecia e Italia, pero también en las
economías avanzadas clave, como Alemania, Francia, Reino Unido, etc,
esta lucha podría ganar un apoyo masivo rápidamente a través de Europa.
Los países expulsados de la Unión Europea, formando una federación sobre
la base del socialismo, podrían empezar una planificación y coordinación
internacional y democrática de la economía, como parte de una lucha por
una confederación plenamente socialista de estados de los trabajadores
independientes en Europa de una forma igualitaria y libre.
Alternativa internacionalista para acabar con la miseria de la crisis
Los varios días internacionales de acción que se han organizado durante
el año pasado han dado una idea del poder y fuerza que pueden ejercer
los trabajadores y los jóvenes cuando se movilizan internacionalmente.
El 15 de octubre de 2011, el movimiento “Indignados” / “Ocupar”, llevó a
millones de personas a la calle en todo el mundo. La Confederación
Europea de Sindicatos ha organizado diferentes protestas, la última está
planificada para el 29 de febrero. Ésta tiene el potencial de movilizar,
pero las protestas simbólicas no son suficientes. Apoyamos que se sigan
construyendo estas iniciativas hacia una primera Huelga General de 24
horas en toda Europa. Las huelgas generales estatales en Grecia,
Portugal, Irlanda, España e Italia deben coordinarse y ser simultáneas,
como una muestra inicial poderosa de unidad y fuerza en oposición a los
acuerdos de rescate de la Troika y las políticas de recortes.
Sin embargo, hemos visto por el anterior comportamiento de los líderes
de la Confederación Europea de Sindicatos que sus intenciones no son las
de liderar una lucha seria hasta el final contra la crisis del
capitalismo. Lamentablemente, la clase trabajadora en muchos países se
enfrenta a la crisis con un liderazgo sindical no merecedora de ese
nombre, que sistemáticamente se ha negado a movilizar todo el poder de
la mayoría para resistir los ataques de los mercados.
Los trabajadores y los jóvenes de Grecia y Portugal han dado una
indicación sobre como ejercer una presión masiva y la organización de
bases ha conseguido empujar a estos líderes a la acción. El CIT lucha
por la transformación democrática de los sindicatos, por la construcción
de oposiciones de izquierda, por la sustitución de los líderes de
derechas por aquellos dispuestos a luchar, y que son completamente
responsables y controlados por sus bases, y reciben el salario medio de
sus miembros. Las huelgas generales del siguiente periodo deberán ser
controladas democráticamente y construidas desde las bases a través de
asambleas masivas en los centros de trabajo y los barrios y comités de
acción, para asegurar que las luchas alcancen la victoria y no sean
traicionados por los de arriba.
Tenemos confianza en que, armados con una organización y unas políticas
como éstas, se puede luchar por y popularizarse una alternativa
positiva. Pero una parte esencial de este proceso debe ser también la
creación de organizaciones políticas masivas, democráticamente
controladas por sus enormes militancias de trabajadores, jóvenes y
pobres, para construir apoyos y campañas por una alternativa a los
recortes y al capitalismo. Un nuevo movimiento de izquierda como éste
debe ser capaz de canalizar la rabia de aquellos asqueados con el poder
político establecido hacia la construcción de unas fuerzas completamente
distinguibles de aquellas que los traicionaron.
Únete al CIT en la lucha para convencer a los trabajadores y los jóvenes
en lucha sobre esta perspectiva.
Demandamos:
- ¡El final de la dictadura del 1%! ¡Verdadera democracia ya! ¡Los trabajadores y los desempleados son los que deben decidir, no los mercados!
- ¡No al callejón sin salida de los recortes! ¡Inversión masiva en puestos de trabajo, vivienda, educación y sociedad en lugar de recortes! ¡Por el final de la pesadilla del empleo juvenil!
- ¡Por una alternativa basada en la lucha internacional! ¡Huelgas Generales coordinadas hacia una Huelga General de 24 horas europea!
- ¡Sindicatos democráticos y combativos! ¡Hay que construir las luchas desde las bases a través de asambleas y comités de acción! ¡Por la creación de genuinos instrumentos políticos de izquierda de la clase trabajadora y los jóvenes!
- ¡Rechazo al chantaje de la Troika y los mercados! Solamente una lucha masiva puede parar la camisa de fuerza de la “austeridad”! ¡No a los gobiernos anti-democráticos de los “tecnócratas”! ¡Referéndums para parar los acuerdos de ajuste de la Unión Europea!
- ¡Por una Europa de los trabajadores! ¡Oposición a la Unión Europea capitalista! ¡Hay que luchar por la alternativa de una Confederación Socialista de estados libres e independientes en Europa!
Socialismo
Revolucionario (CIT en Portugal)
ControCorrente
(CIT en Italia)
Socialist Party
(CIT en Irlanda)
Xekinima (CIT en
Grecia)
Socialismo Revolucionario
(CIT en el estado español)
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