Clara Aguila fernandez – Socialismo Revolucionario Barcelona
El 27 de mayo fue un día histórico que no va a ser olvidado. Si algo está claro es que la indignación del pueblo se está acrecentando y las voces indignadas son cada vez más.
Durante el amanecer del 27 de mayo muchos barceloneses fueron despertados con avisos telefónicos avisando del desalojo de Plaza Catalunya, el cual empezó hacia las 6 de la mañana. La gente a medida de estar al corriente iba acercándose para defender nuestra Plaza de Catalunya. Una concentración de miles de personas alrededor de la plaza resistían de manera pacífica ante los mossos cuyo único fin era destruir todo lo que se ha venido construyendo desde el 15 de mayo.
La Resistencia tuvo un carácter claramente pacífico, pues la gente llamaba a todo el mundo a sentarse; hubo un chico que intentaba explicar a un mosso que somos el pueblo y que somos igual que él, que tenemos los mismo intereses y necesidades que él. Sin embargo las órdenes a las cuales obedecían los mossos eran de otra índole, pues no dudaron ni un segundo en utilizar la violencia brutal hacia las personas que de manera tranquila apoyan el movimiento del 15-M.
En el transcurso del tiempo, los mossos apaleaban a algunos de los concentrados, mientras en otras partes alrededor de la plaza no se producían enfrentamientos. Los acampados del centro de la plaza nos mostraban a los que les apoyábamos en el exterior pancartas que decían por ejemplo: “power to the people” y un poco más tarde, llamaron a que los concentrados de alrededor – que éramos muchos más que los mossos plantados de pie impidiéndonos entrar – entrásemos en masa a la plaza. Los disparos y el choque con los mossos se produjeron, pero en cuestión de segundos ya estábamos de nuevo en nuestra plaza. Fue verdaderamente impresionante ver el poder de la resistencia y de la gente que, avanzando conjuntamente recuperamos aquello que intentaron quitarnos. Los gritos de alegría se produjeron con fuerza una vez reconquistada la plaza: el pueblo unido jamás será vencido! Efectivamente ha sido una victoria inolvidable. Recuerda a las revoluciones de medio oriente, pues las masas juntas allí avanzaron – aunque en unas condiciones distintas y frente a una represión más criminal – y lograron sacar a su dictador.
Algunos de los eslóganes que se gritan con fervor, entre otros son:
Aquí empieza la revolución!
Puig dimisión!
La reconstrucción empezó enseguida, los toldos se elevaban y las pancartas reaparecían. Al cabo de un momento la plaza volvía a ser del pueblo.
EL mismo dia a las 17 h. en Colon había convocada una manifestación contra los recortes en sanidad. La pancarta al inicio de la manifestación decía: “tu salud está en venta”. Merece resaltar que la manifestación avanzaba con pasos firmes y a un ritmo acelerado. Esta manifestación se caracterizó por su alta combatividad, pues todo el mundo gritaba indignado y los tambores zumbaban con fuerza. Además ante la sede de Progreso y Democracia se detenía la manifestación y se silbaba contra los políticos que aplican estas políticas antisociales. Otro aspecto a destacar es que los manifestantes ante nuestra repartición de folletos era increíble cómo buscaban información y todos pedían una hoja para leerla. Hay una búsqueda de respuestas ante lo que está pasando, la gente quiere informarse. Rápidamente subimos las ramblas y ya llegamos a Plaza Catalunya, donde se podía ver la plaza de nuevo llenándose de múltiples carteles y donde se habían reconstruido los stands.
En la manifestación se gritaban eslóganes como:
Mas cabrón, retalla’t els collons! (Mas, cabrón, recórtate los cojones!
O:
No nos mires! únete!
Manos arriba!, esto es un asalto!
El balance de la situación, nos hace pensar sobre cómo va a continuar el movimiento 15-M. El inicio ya está puesto en marcha, pero los pasos a seguir van a ser decisivos para la continuación de la lucha. Por eso creemos que este movimiento debe vincularse e ir de la mano con los trabajadores; debemos unir las reivindicaciones de los trabajadores con la de los jóvenes. Ayer se produjo dicha unión, los trabajadores del sector de la Sanidad también están indignados, como los trabajadores precarios de la plaza Catalunya y como los jóvenes que no pueden pagarse una vivienda. Debemos llamar a la huelga general, parar el sistema económico, coordinados. Y como el sistema capitalista es mundial, solo internacionalmente es posible vencerlo y pasar a un sistema más igualitario, donde todos y cada uno de nosotros podamos vivir al fin dignamente.
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