Estados Unidos al borde del cese de pagos
Patricio Guzmán S.
Socialismo Revolucionario, CIT en Chile.
Socialismo Revolucionario, CIT en Chile.
En
Estados Unidos las cifras de creación de empleo en junio fueron
desalentadoras, cuando contrariando todas las expectativas se supo que
los nuevos puestos de trabajo del mes eran solamente 18.000,
desmintiendo – una vez más - los análisis que hablaban que Estados
Unidos se encontraba en el camino de recuperación acelerada. Los valores
de EE.UU. cayeron 0,7% en un día, y continuaron su descenso los días
siguientes.
Además
está el problema de la amenaza de cese de pagos de la deuda del
gobierno. Si el Congreso no acuerda ampliar los límites de endeudamiento
esta situación sería el próximo 2 de agosto, las consecuencias no
serían simplemente una rebaja de la clasificación de riesgo. Estados
Unidos perdería lo que algunos han llamado su bien más preciado, la
confianza en su tesoro, que permite al dólar jugar el doble papel de
moneda nacional y divisa global, con lo cual perdería una ventaja
económica mayor como es la posibilidad de incrementar la masa monetaria,
traspasando a otras economías parte de la presión inflacionaria.
Estados
Unidos podría perder la clasificación triple A que ha tenido desde
principios del siglo XX. Ha pasado de ser el principal acreedor del
mundo al principal deudor del planeta.
El
presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió hoy en un discurso
televisado desde la Casa Blanca la situación dramática de endeudamiento
del gobierno. El país gasta más de lo que recauda "durante la última
década", (…) "Dos guerras, recortes fiscales... se añadieron a la
tarjeta de crédito del Gobierno".
El
presidente defendió la necesidad de un recorte masivo del déficit,
mediante recortes al Pentágono o a programas como el Medicare, además de
incrementar los ingresos fiscales, aumentando los impuestos. Y denunció
la propuesta de los congresistas republicanos que "sólo quiere reducir
el gasto pero dejar a los más ricos y a las empresas que no contribuyan
a solventar la situación".
Advirtió
que "Si EEUU no eleva el techo de deuda no podrá costear sus
responsabilidades y podría perder la triple A", como viene advirtiendo
la clasificadora Moody’s. "Eso creará una crisis generada en Washington
de consecuencias mayores" a la vivida en 2008.
Estados
Unidos es uno de los pocos países del mundo donde el Congreso fija un
límite al endeudamiento gubernamental, lo que crea una "incertidumbre
periódica" sobre la capacidad de Washington para cumplir sus
obligaciones, dijo Moody's en un reporte.
La
agencia advirtió la semana pasada que podría recortar la calificación
AAA de Estados Unidos si el Gobierno se retrasa en los pagos de su
deuda, aumentando la presión sobre los republicanos y la Casa Blanca
para que lleguen a un acuerdo.
Doble problema de la deuda afecta al sistema capitalista global
Durante
muchos meses los analistas defensores del mercado capitalista, al
tiempo que continuaban repitiendo el mantra de la salida de la crisis en
desarrollo, insistían que la crisis de la deuda soberana griega, era
un hecho limitado a lo más a los llamados países periféricos o PIGS
(Portugal, Irlanda, Grecia y España) pero fuera de Grecia sería un
episodio rápidamente controlado. A estas alturas, especialmente después
del ‘contagio’ Italiano, está claro de la crisis de la deuda cada vez es
más profunda, y se ha transformado en un problema sistémico, que afecta
a varios países. Países con economías de las dimensiones de Italia y
España, la tercera y cuarta de la zona Euro respectivamente. A lo
anterior hay que agregar la amenaza de cese de pagos del gobierno de
Estados Unidos, en los próximos días si no llegan a un acuerdo
demócratas y republicanos en el Congreso, y tenemos una situación que de
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional amenaza con la
destrucción de la Eurozona y provocar un colapso bancario mundial, con
consecuencias sobre toda la economía global.
Recuperación fallida
Un
artículo del Financial Times de 16 de julio bajo el subtítulo “De la
esperanza al temor solo en ocho días: la economía mundial ahora está al
borde de un precipicio” señala que ha desaparecido la confianza que solo
una semana antes mostraban los mercados globales de acciones, los
inversores ahora ven como el contagio se apodera de la Eurozona, la
economía norteamericana muestra nuevamente debilidad, y la posibilidad
creciente que el país que garantiza la moneda mundial entre en cesación
de pagos. El autor incluso avizora aproximarse un pánico en agosto
similar a los de 2007 y 2008, pero con el agravante que esta vez la
economía
global está mucho menos preparada para ello.
“Los
políticos muestran preocupación. Ben Bernake, el presidente de la
Reserva federal, describió esta semana un posible cese de pagos de
EE.UU. como una “calamidad financiera”, mientras Guilio Tremonti, el
ministro de finanzas Italia vinculó la crisis de la eurozona con el
Titanic, donde ‘ni siquiera los pasajeros de primera clase pudieron
salvarse’ “.[1] El autor se pregunta si estaremos frente a un manchón de inevitable turbulencia
en una recuperación gradual.
Una época de crecimiento limitado, inestabilidad y recesiones
Stephen S. Roach más pesimista habla francamente de la situación de la economía mundial como de “una recuperación fallida”. “La
economía global se encuentra en medio de su segundo “pánico” del
crecimiento en menos de dos años. Tendremos que acostumbrarnos a ellos.
En un mundo post-crisis, son claras las señales de una recuperación
fallida.” Y advierte el riesgo de recesión: “Por definición, estas
recuperaciones débiles carecen de la amortiguación de los rebotes en
forma de ‘V’. En consecuencia, los golpes externos exponen rápidamente
su vulnerabilidad. Si las crisis son lo suficientemente agudas -y si
afectan a
una economía mundial debilitada que se aproxima a su “velocidad
estancada” de crecimiento en torno al 3% anual-, la reincidencia podría
convertirse en la temida recesión de doble caída.”
Y
añade: “De hecho, si la última previsión del FMI resulta ser correcta,
el PIB global a finales de 2012 se mantendrá en torno al 2,2%, por
debajo del nivel que habría alcanzado el mundo si hubiera proseguido su
camino de crecimiento a más largo plazo, del 3,7% anual. Incluso si la
economía mundial se mantiene a una velocidad de crucero del 4,3% -lo
cual, en mi opinión, resulta extremadamente hipotético-, se mantendrá
por debajo de su potencial durante más de ocho años consecutivos, hasta
2015.”[2]
Los
desalentadores datos de la economía norteamericana muestran que el
mecanismo multiplicador neo keynessiano no ha funcionado a pesar de la
billonarias inyecciones de masa monetaria de la Reserva Federal, al
tiempo que la deuda se ha disparado. Tampoco la medicina contraria
parece tener los efectos esperados, en Europa las políticas de ajuste
ortodoxas, no han limitado la crisis de la deuda, que con la
incorporación de Italia al grupo de países ‘periféricos’ ahora
claramente es un problema sistémico, mientras se multiplican los efectos
recesivos, y la carga sobre la población de familias trabajadoras y de
clase media que se ha puesto en
movimiento indignada. La ‘volatilidad’ se ha trasladado de los
mercados al entono político, social y a la calle.
Pero
si las masivas inyecciones de dinero no han tenido los resultados
esperados, tampoco funcionan las recetas monetaristas tradicionales, el
problema de la deuda pública y el déficit fiscal no solo no se ha
solucionado con las políticas de shock para reducir el gasto social y
los salarios, si no que más bien han agravado el problema. En un
artículo reciente (“Análisis de las propuestas del partido popular para salir de la crisis”), Vicenç Navarro,
sostiene que la crisis “se debe, no al excesivo déficit público, sino
al estancamiento económico, resultado de la escasa demanda, consecuencia
de la disminución de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta
nacional (que ha forzado un profundo endeudamiento). Los recortes de
gasto público, incluyendo el gasto público social, han estado empeorando
la situación económica del país, tal como muestra claramente el caso de
la economía griega.”
Después de 2007, hemos entrado en una nueva época de crecimiento limitado, inestabilidad y recesiones.
Italia, el Nuevo Enfermo Europeo
El
temor se apoderó de los inversionistas en Europa, cuando Italia que
como ya señalamos es la tercera economía de la Eurozona, se vio envuelta
en la crisis de la deuda soberana europea, Italia tiene una deuda
pública que supera el ingreso nacional, y equivale al 120%, de este, con
una masa de deudas de 900 millones de euros con vencimiento en los
próximos cinco años, pero hasta ahora no aparecía en el ojo del huracán
europeo, y no faltaron los analistas, que aseguraron que el contagio no
llegaría hasta Italia. Para afirmar esto se basaban en que Italia no
compartía características que detonaron la crisis de la deuda en otros
estados de la
eurozona. A diferencia de Grecia, el gobierno no manipuló estadísticas
para ocultar la gravedad de sus deudas. Sus bancos no se embarcaron en
préstamos de alto riesgo como los de Irlanda, a diferencia de Portugal
su déficit estaba bajo control, y también diferente al caso español no
había habido un auge o burbuja de la construcción residencial. Sin
embargo, el volumen y los plazos de la deuda dejaban claramente a Italia
vulnerable a las desconfianzas de parte de los inversionistas en deuda
soberana, esto fue detonado por la percepción de riesgo político a
principios de julio. Como resultado las tasas de interés de la deuda
italiana aumentaron hasta el punto de poner en duda su sustentabilidad.
El
Fondo Monetario Internacional señaló que la deuda griega pasará a
representar el 172% del ingreso nacional. Las medidas impuestas a Grecia
de planes salvajes de austeridad, que su gobierno ha llevado adelante a
pesar de la oposición generalizada de la población, han agravado la
situación por su carácter recesivo. Aunque se siguen discutiendo nuevos
paquetes de ayuda a Grecia, o más bien a los bancos franceses y
alemanes expuestos a la deuda griega, no cabe duda que llegar a deuda
soberna sostenible, atraer nuevas inversiones privadas y evitar
cualquier manera de cese de pagos o reestructuración, a esta altura es
reconocido como un
triángulo imposible, y la mayor parte de las instituciones europeas
aceptan que el default o reestructuración es inevitable. Pero esto a su
vez no hace más que alimentar los temores de una futura
reestructuración de pagos de otros países como Portugal, Irlanda, España
e Italia.
Incluso
los fans del euro están preocupados. Willem Buiter, economista jefe de
Citigroup, resume el estado de ánimo febril: "Estamos hablando de un
cambio de juego y una crisis sistémica. Esto es existencial para la
zona euro. "Jacques Cailloux de RBS (Royal Bank of Scotland) dijo que
espera que la crisis continúe deteriorando y amenazando toda la zona
del euro ". Los políticos, dice, "todavía no entienden la dinámica del
mercado”. [1]
Mientras
las perspectivas en las economías desarrolladas aparecen poco
alentadoras, con Japón inmerso en su propia recesión, agravada por los
efectos del tsunami y el desastre nuclear, las esperanzas de los
analistas partidarios de la economía de mercado capitalista están
puestas en China: “ la economía mundial ha cambiado radicalmente: es
mucho menos dependiente de las locomotoras tradicionales de los EE.UU. y
Europa de lo que era. A nivel mundial, la recuperación está en camino y
el 9,5 por ciento de crecimiento anual de China en el segundo trimestre
ha destacado su continua fortaleza en comparación con la debilidad en
la mayoría de
las naciones avanzadas.
Estos interruptores automáticos siguen siendo el centro de la expectativa de los inversionistas y los funcionarios. La tensión se reducirá si los políticos dan un paso atrás desde el borde del abismo y el remiendo se arregla otra vez.
Pero si hay algún obstáculo - Los funcionarios no pueden conseguir un agarre o tartamudea el crecimiento - los sobresaltos de los últimos ocho días parecerán benignos.” [1] No obstante, hay que recordar los múltiples desequilibrios, burbujas y la presión inflacionaria en la economía China, todo acompañado por la entrada en escena de protestas y desencantos generalizados entre la población trabajadora. Si las economías desarrolladas entraran en recesión, arrastrarían al resto del mundo, y es difícil que en un contexto así las economías llamadas ‘emergentes’ que encabezadas por China han tenido una recuperación y crecimiento muy importante, pasado el primer impacto de la crisis global, se mantengan fuera de la recesión global.
Estos interruptores automáticos siguen siendo el centro de la expectativa de los inversionistas y los funcionarios. La tensión se reducirá si los políticos dan un paso atrás desde el borde del abismo y el remiendo se arregla otra vez.
Pero si hay algún obstáculo - Los funcionarios no pueden conseguir un agarre o tartamudea el crecimiento - los sobresaltos de los últimos ocho días parecerán benignos.” [1] No obstante, hay que recordar los múltiples desequilibrios, burbujas y la presión inflacionaria en la economía China, todo acompañado por la entrada en escena de protestas y desencantos generalizados entre la población trabajadora. Si las economías desarrolladas entraran en recesión, arrastrarían al resto del mundo, y es difícil que en un contexto así las economías llamadas ‘emergentes’ que encabezadas por China han tenido una recuperación y crecimiento muy importante, pasado el primer impacto de la crisis global, se mantengan fuera de la recesión global.
[1] Dual debt crises: The abyss that awaits, By Chris Giles, Financial Times (London), July 16, 2011
[2] Una recuperación global fallida, de Stephen
S. Roach. Project Syndicate 2011. El autor es académico de
la U. de Yale y director no ejecutivo de Morgan Stanley Asia. El
artículo originalmente en Ingles, apareció en numerosos periódicos,
entre ellos La Tercera el 4 de julio de 2011
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