LA REFORMA PERMITIRÁ PRIVATIZAR LOS SECTORES PÚBLICOS QUE SOBREPASEN EL
“TECHO DE GASTO”
Roberto Merida, Socialismo Revolucionario (CIT en el Estado Español), Sevilla
Se avecinan cambios en la palestra pública. Día tras día, vemos cómo los
dirigentes de los dos grandes partidos dejan a un lado sus batallitas y
se dan la mano en más de las 3 cuartas partes de su política fundamental
en materia económica, apoyando todo tipo de recortes contra los
salarios, los convenios, las ayudas públicas, las pensiones, atrasando
la edad de jubilación, privatizando, y abaratando el despido.
Vemos que, sin importar a qué partido pertenezca una u otra
administración autonómica, grandes partidos se dan la mano en firmar la
avalancha de EREs –“Regulaciones de Empleo” o despidos colectivos– en
multitud de empresas con beneficios, que se traducen en un drástico
aumento del desempleo. Así, la distancia gubernamental es cada vez mayor
a los intereses del pueblo.
Con su manipulación mediática, la financiación desigual de partidos
grandes respecto a minoritarios, una ley electoral que priva del acceso
a instancias parlamentarias a partidos con propuestas radicales, y su
negativa a convocar referendos, dejan la calle como único lugar de
acción, tras lo que aún tienen la desfachatez de responder con la
ilegalización de convocatorias, la criminalización mediática y el uso de
cargas policiales como medida disuasoria.
Lejos de contentarse con esto, grandes partidos se dan la mano en
reformar la Carta Magna sobre la que dicen sustentar su sistema de
"valores", y su Estado de "Derecho", su régimen: la Constitución, para
poner un "techo de gasto público", sin consultar al pueblo mediante
referéndum.
Este "techo de gasto público", supondrá que aquellos servicios y
empresas estatales que sobrepasen dicho límite de gasto queden sin
financiación. Así, aquellos servicios que no puedan mantenerse por
debajo de este límite de gasto, sólo hallarán como alternativa el ser
privatizados o desmantelados. Hecho éste que insisten en ocultar desde
los grandes medios y sobre el que no hablan, detrás de su fraseología
huera de "evitar el endeudamiento desmesurado". Esto supone el mayor
ataque neoliberal en la historia de este país, un ataque contra los
intereses de la clase trabajadora.
Puesto que no podemos confiar en su "democracia" oligárquica, es
necesario exigir un cambio mediante la movilización en la calle. Dicho
cambio, pasa por exigir a los poderes fácticos la convocatoria de un
referéndum para una Asamblea Constituyente, supervisada y controlada por
asambleas de trabajadores, jóvenes y parados –como ya lo son las del
15-M–, coordinadas a nivel estatal, y basado en una nueva ley electoral
que se rija por el principio de "un hombre, un voto" –en lugar de esta
absurda Ley d’Hondt que favorece el turnismo de las mayorías
bipartidistas, o partidocráticas– con la que poder llevar a cabo
aquellos cambios y reformas que quieran los ciudadanos, como única
medida radical para salir de la crisis. Un verdadero cambio “popular”, y
“socialista” que, en lugar de prever un "techo de gasto público", que
usará la patronal como carta blanca para poder privatizar servicios,
prevea la "expropiación de empresas privadas con beneficios que se
declaren en crisis o soliciten EREs", así como la "recuperación", vía
nacionalización, "de los sectores estratégicos de la economía",
incluyendo, fundamentalmente, "bancos, transportes, y sectores
energéticos".
Nuestra respuesta ha de ser tajante: como asambleas soberanas del
pueblo, no queremos su reforma pactada, impuesta a espaldas de los
ciudadanos. Una huelga general, construida y controlada por las
asambleas soberanas del pueblo, como forma de lucha sostenida, debe ser
la respuesta inmediata del movimiento obrero, como el primer paso en
esta batalla pública, con que exigir nuestro derecho a participar en un
proceso político que nos afecta. Cuantos más antidisturbios nos golpeen
e intenten acallarnos, más fuerte se hará nuestra razón, más fuerte
deberá ser nuestra protesta.
¡NO A LA REFORMA NEOLIBERAL PACTADA POR PP-PSOE!
¡HUELGA GENERAL YA!
¡REFERÉNDUM POR UNA CONSTITUYENTE, PARA UN CAMBIO FUNDAMENTAL AL
SERVICIO DEL PUEBLO, Y NO DE LA PATRONAL Y LOS INTERESES BANCARIOS
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